Saturday 18 de May de 2013, 16:00:55

El lunes 6 de mayo de 2013  a las 8 de la mañana, salimos de la Casa de Piedra del Balneario de Panticosa, para llegar al refugio de las Oulettes de Gaube, al pie del Vignemale, siguiendo más o menos el GR11 hasta el Valle del Ara, enfilando luego al norte por este valle al Puerto de los Mulos (Col des Mulets) que da acceso desde el sur a la vertiente norte del Vignemale. Yendo con calma, tardamos algo menos de 7 horas.

El martes salimos de las Oulettes hacia las 7.30, con idea de hacer el Vignemale, bajar hacia Gavarnie por el Barranco de Ossue y, recorriendo todo el valle de La Canau, subir al collado e ibón de Bernatuara y por el Barranco de Sandaruelo, llegar al Albergue de Bujaruelo. Afortunadamente, el día salió con una meteo regular, no hubo rehielo, la nieve estaba poco disfrutona y preferimos dejar el Vignemale para otra ocasión. Digo afortunadamente, porque hacer la cumbre hubiese supuesto añadir casi 800 metros más de desnivel y, sin eso, ya tardamos en llegar a Bujaruelo 8 horas y media. De haber hecho la cumbre, quizás hubiéramos tenido que dormir en la parte abierta y libre del refugio de Baysellance (¡Que tiene luz eléctrica gracias a las placas solares!), sin cena.

El miércoles salimos de Bujaruelo sin prisas, a las 9.30, tras una estupenda cena, descanso y desayuno. El tiempo era todavía bueno. Tuvimos que portear hasta la cabaña de Cerbillona, casi tres horas, y justo al inicio de la nieve comenzó una lluvia que no nos abandonó durante toda la subida, remontando ahora la misma bajada del GR11 que hicimos el lunes, hasta el Cuello de Brazatos y, de ahí, en bajada directa hasta el Balneario de Panticosa. Otras 7 horas de recorrido.

Y ahora, el relato ilustrado a través de las fotografías.

Lo primero, el mapa, de la Editorial Pirineo S.L., 1:40.000, aunque no se ve gran cosa, con el recorrido de los tres días:

La mayor parte del recorrido coincide con tramos del GR11, del GR10 y de la Haute Route des Pyrénées. El primer día, del Balneario de Panticosa a las Oulettes de Gaube, se suben unos 1.500 metros de desnivel y se bajan unos 1.000 metros. El segundo, de las Oulettes a Bujaruelo sin hacer cumbres, son casi 1.100 metros de subida y más de 1.800 de bajada. Sí, claro, qué bajadones si pillas nieve hasta la puerta del Albergue de Bujaruelo, que no fue el caso, pero al menos la bajada desde la Horquette d´Ossoue sí te garantiza (según los años) hasta bien avanzada la primavera una esquiada de 900 metros de desnivel y casi 1.400 de bajada ininterrumpida si haces la cumbre del Vignemale (nosotros de momento, superpoderes, no tenemos). Y el tercer día, el porteo fue potente. Potente, potente. Unas tres horas tardamos desde Bujaruelo hasta la Cabaña de Zerbillonar, donde un poco más arriba comenzaba la nieve continua a primeros de mayo, en el mismo punto por donde habíamos pasado dos días antes para ir a las Oulettes. Este día fueron 1.240 metros de subida y 940 de bajada. Desniveles muy asumibles para una jornada, aunque algunos tramos, como ese de Bujaruelo a la Cabaña de Zerbillonar o el valle de La Canau para subir al Puerto de Bernatuara se pueden hacer muy largos.

Subiendo por el Barranco de Brazato, esta fue la última mañana que disfrutamos de un buen rehielo nocturno (el sábado y el domigo, que anduvimos por Bachimaña, también pudimos disfrutar de unas buenas condiciones matinales).

Un poco después, pusimos pieles y cuchillas para, por los Ibones Altos del Brazato, alcanzar el Cuello Alto del Brazato, al noroeste del Pico Baciás. 

Llegando al Cuello, con los Picos de Labaza  detrás, justo al norte.

En el Cuello Alto del Brazato, por donde pasa el GR11, con el Cerbillona (o Zerbillonar según toponimia más antigua) al este. También se ve, a la izquierda, el comienzo del descenso por el Barranco de los Batanes y sus ibones.

El final del descenso, llegando al Valle del Ara. Justo en este punto comenzaba la nieve en este valle de manera continua y por aquí volveríamos a pasar, con un tiempo muy distinto dos días después.

Comienzo del foqueo por el Valle del Ara. Al fondo, sur, Mondarruego y Escuzana, ya en Ordesa. Se aprecia bien el límite de la nieve en este año excepcional para un 6 de mayo. Dos días después, ya no existían algunas conexiones entre neveros que a nosotros nos permitieron hacer  toda la bajada del tirón.

El recorrido del Valle del Ara se asemeja bastante al de un pequeño glaciar de los Alpes. Sólo le faltan algunas grietas. En el ángulo superior derecho, el Baciás.

Vista hacia el norte del valle: a la izquierda, en algún lado, el Col d´Arratille, de frente el Pic Alphonse Meillon (2.930m.) creo, las Agujas de el Chabarrou y a la derecha, aunque no se ve, el Col des Mulets o Puerto de los Mulos, hacia donde íbamos.

La Pique Longue del Vignemale y el Clot de la Hount desde la cabecera del Valle del Ara.

Subiendo al Puerto de los Mulos o Col des Mulets, había pequeñas avanlanchas y coladas que habían caído de las Agujas de Chabarrou, que fuimos bordeando. Esta no es la única opción para pasar del Valle del Ara a las Oulettes de Gaube, ya que un poco antes de iniciar este ascenso, se puede tomar otra subida al Collado de las Oulettes que, según las condiciones, puede ser más segura que ésta. Nosotros no la cogimos, aunque había trazas, pues se veía una cornisa amenazante en un lateral. Sin embargo, sí que nos pareció más segura la bajada por la otra vertiente desde el Col des Oulettes, pues la canal de descenso desde el Puerto de los Mulos estaba barrida por grandes bloques de avalanchas.

Bajando a las Oulettes, con la cara norte del Vignemale ya a la vista. En este punto se juntan las dos posibles bajadas, la del  Col des Mulets y la del Col des Oulettes. Esta última nos pareció más segura pues parece más amplia y alejada de paredes rocosas y grandes pendientes.

El último rato de sol que íbamos a tener en estos tres días, lo disfrutamos en la terraza del refugio con esta vista.

El martes salimos con tiempo muy revuelto y amenaza de lluvia. De izq. a dcha. Petit Vignemale, Aguja de los Glaciares, entrada al Couloir de Gaube y pared norte de la Pique Longue.

En lugar de subir por el camino clásico del verano, fuimos hasta el fondo de las Oulettes y ascendimos por debajo de la muralla de la Aguja de los Glaciares y del Petit Vignemale y sus seracs, que se ven en la foto.

Al traspasar la Hourquette d´Ossoue y cambiar de vertiente, el tiempo mejoró un poco. El Refugio Baysselance, un horror abarrotado de gente en verano y ahora en su parte libre puedes estar como en el Ritz.

En mitad de la bajada. El glaciar de Ossoue no se ve, quedaría por el ángulo superior derecho. Al fondo Montferrat y Gran Pic de Tapou.

La canal de bajada por el Barranco de Ossoue, colmatado de avalanchas, de todos los tamaños pero especialmente de las gordas, que habían caído de todas partes y canales adyacentes. Un sitio muy agradable para pasear en plena crisis. Mejor bajar y dejarse de fotos.

Otra precaución a tener presente en esta bajada es que habitualmente termina en una cascada. Si bajas enchufado o entre la niebla, te puedes pegar un vuelo de 50 metros y aterrizar sobre las Oulettes de Ossoue, que se ven ahí abajo. Nosotros tuvimos suerte y más o menos donde paramos, aparecía de entre la nieve un trozo del sendero de verano. Si no es así, pasar por este lugar, tanto si subes como bajando, puede ser muy delicado. Al fono, el Taillon.

Atravesamos el llano de las Oulettes de Ossoue para girar hacia el sur y enfilar el precioso valle de La Canau. Al fondo Gavarnie.

La cabaña de Lourdes al incio del valle de La Canau.

El valle de La Canau hacia el sur. Al fondo el Puerto de la Bernatuara (2.336 m.) y a su derecha el pico del mismo nombre. Tras este collado está el Ibón de Bernatuara, encajado dentro de lo que parece un cráter, al cual hay que descender para volver a subir a otro colladito que ya da acceso a la bajada final, por el Barranco de Sandaruelo hasta el camino del Puerto de Bujaruelo.

Limite de la nieve en esta vertiente Sur, a los 1.880 metros, en el Barranco de Sandaruelo. Detrás Escuzaneta y Mondarruego.  De aquí bajamos porteando hasta la cabaña de Sandaruelo (1.680 m.) y luego cruzamos el río que baja del Puerto de Bujaruelo por el Barranco de Lapazosa, a la brava, porque el puente metálico que existía fue arrancado  por la riada del pasado otoño, según nos comentó el guarda del albergue de Bujaruelo.

Y por fin, a las cuatro de la tarde, cruzamos el puente medieval de Bujaruelo que da acceso al magnífico comfort del albergue: comida-merienda-cena con ensalada fresca, longaniza a la brasa, pollo en salsa... ducha con agua caliente, toda la buhardilla para nosotros dos solos, sin ronquidos ajenos, ni frontales de madrugada, ni ruidos de cremalleras ni de bolsas crujientes al amanecer... ¡Bien por el Albergue de Bujaruelo!

El miércoles, sin ninguna prisa, salimos del albergue a las 9.30, con un tiempo bonito y mentalizados a portear unas dos horas remontando el GR11 de nuevo por el Valle del Ara. Más tarde se nos pesaría el haber vagueado pues el tiempo empeoró mucho en la subida  al Cuello de Brazato y las dos horas de porteo se convirtieron en casi tres.

Vista desde el Puente de Oncins, río Ara abajo.

Después de varios estrechamientos y de dejar el Valle de Ordiso a la izquierda, el Valle del Ara se ensancha y aparece de nuevo a la vista el macizo del Vignemale o Comachibosa como se le conoció en esta vertiente. La punta de la izquierda es el Cerbillona o Zerbillonar y, esforzando la mirada, se aprecia la línea de nieve del Corredor de la Moskowa.

En la cabaña de Cerbillona, la subida al Corredor de la Moskowa detrás. ¿Qué condena habría que imponer al que destroza un refugio, arranca las puertas o las deja abiertas, lo ensucia, quema el mobiliario para calentarse o asar chuletillas, graba su nombre y el de su pueblo para que se sepa que llegó hasta allí...? 

Y ya con lluvia a ratos intensa, volvimos a remontar la bajada que hicimos dos días antes hasta el Cuello de Brazatos, de allí en bajada casi directa hasta la Casa de Piedra, cerrando esta travesía circular.