Con todo el Pirineo avalanchoso de costa a costa y un enero en el que cada dos días entre un nuevo frente, ayer sábado decidimos aprovechar la tregua de buen tiempo y en una rápida mañanara acercarnos a la estación de esquí de La Rioja, Valdezcaray, a ver qué se podía hacer. Salimos de Bilbao tras una noche en la que jarreó la lluvia y huracaneó el viento, pero la previsión era buena y acertó. Al llegar al parking (1.550 m) el cielo estaba cubierto y las nubes pasaban rápidas en las alturas. Por si finalmente el tiempo abría, cogimos el piolet y los crampones para intentar la cara norte del monte San Lorenzo (2.271 m), la cumbre más alta de la Rioja y de la Sierra de la Demanda (Sistema Ibérico), una ascensión sin complicaciones si la nieve está en condiciones y hay visibilidad, de unos 45º de media y algo más, 50 o 55º en la salida a la arista cimera. Toda la información de este monte, y mucho más, en este enlace http://www.mendikat.net/monte.php?numero=1405
El caso es que como no se veía un pimiento de la ladera norte del monte, empezamos a foquear por las pistas. Al llegar al collado antes de la cumbre, a unos 2.000 m, el viento era muy intenso y te iba blanqueando poco a poco. Y claro, no se veía nada desde la cumbre, así es que quitamos pieles y para abajo.
Y al llegar abajo, le predicción del tiempo se cumplió. Pero bien, bien, como si fuera la Meteo France para Chamonix. A eso de las 11.00, las últimas nubes terminaron de pasar hacia el sudeste y el viento amainó. Así que, vuelta a poner las pieles y para arriba de nuevo. A ver si teníamos suerte y había gente metida en la norte y nos abrían la huella. Pues sí, ahí se veía a dos valientes que nos marcaban el camino.
Tras subir por las pistas hasta el pequeño circo glaciar, que recuerda algo al del Moncayo, nos calzamos los crampones y los esquís a la espalda. La subida es muy sencilla, hay varias salidas a la arista oeste que acortan el recorrido y se puede elegir el itinerario por donde mejor nos parezca, más o menos mixto, más o menos hielo...
En la foto se ve a alguien sobre la arista contra el cielo y a la izquierda, los dos montañeros que nos precedían.
La nieve estaba perfecta para hacer este itinerario; se metía fácil la puntar de la bota y el piolet agarraba firmemente. Es una bonita ruta, con ambientillo de alta montaña. No se puede pider más para una mañana tonta de sábado y a dos horas escasas de Bilbao.
Llegando a la parte más inclinada, buscando el mejor paso entre las rocas.
Saliendo a la arista.
Con la estación de Valdezcaray abajo.
Y ya por el sol, nos juntamos con la gente que subía por el oeste y en cinco minutos en la cumbre. En las fotos también se aprecia la exageración de pistas abiertas por toda esta sierra.
Qué ¿hacía viento o no hacía viento?